Teniendo en cuenta que la sociedad actual es materialista, superficial, hedonista y que busca ser estimulada con sus instintos más básicos, me pregunto si todavía hay lugar para una unión verdadera. No una conexión funcional, no una compañía pasajera o utilitaria, sino algo que toque al 'ser' y no sólo el deseo, algo que no se agote en el consumo mutuo ni en la validación del ego.
La gente actual consume no únicamente productos, sino también personas, emociones e ideologías para llenar el vacío que deja el mundo moderno nihilista. Yo mismo veo cómo todo se devora y se desecha continuamente. Lo interior no se cultiva: simplemente se reemplaza.
¿Existe entonces la posibilidad de hallar algo verdadero? ¿Cómo se encuentra a la gente que está fuera de esa dinámica? Estadísticamente, ésta se encuentra en los márgenes, fragmentada, casi invisible. Pero mientras tanto, ¿qué queda?
Lo único que encuentro es banalidad, superficialidad y vacío. Gente que se construye desde la mirada externa, desde la identidad que le otorga lo que consume. Al final, son cáscaras rellenas de estímulos y basura. Ya no queda centro, sólo superficie.
Han matado al eros y al amor. El eros como fuerza ascendente, como tensión hacia lo superior, que fue reemplazado por pura descarga instintiva. El amor como acto de reconocimiento ontológico ya no existe: solo hay intercambio de fluidos y dopamina. Todo vínculo se vuelve transacción.
Por más que uno busque la espiritualidad, la tarea de "estar en el mundo sin ser del mundo" es cada vez más difícil, además de dolorosa. No es ...
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