No.29208
Como lo prometí en mi última respuesta en >>2529, aquí voy.
Estaba en un bus, de camino a una ciudad vecina, cuando a medio trayecto se sube literalmente una modelo de piel poco clara y rasgos indígenas.
No soy un especial entusiasta de ningún tipo de raza, pero esto fue otra historia.
Una mujer de unos 20 años, quien se alzaba dos metros sobre el suelo, cabello negro y largo, dos aretes de clase común, pagó con cierta torpeza su pasaje y se sentó de forma descuidada unos asientos por delante, dejándome completamente embobado con su presencia.
Más tarde le escribo a una amiga sobre ella mientras hago fila en el Subway para comprar mi almuerzo de sábado habitual, y esa mujer hace fila dos personas tras de mí.
Siento su mirada perforándome la nuca, con cierta intriga, no con ira. El miedo de ser descubierto narrando sobre ella me hace guardar mi teléfono y pedir mi almuerzo.
Me siento en una mesa esquinada y solitaria, a comer y armar cubos mientras espero que la hora avance, cuando ella se acerca, y con un tono de voz algo brusco, pero con una voz hermosa y perfecta, me pide la silla que estaba frente a mí.
Casi sin poder hablar, le doy el visto bueno a que se lleve el asiento, ella se instala en una mesa a mi derecha, con el extremo de mi vista periférica la veo básicamente devorar su sándwich sin ningún pudor o modo femenino, además de mirarme resolver cubos de Rubik de forma poco discreta, y tomando fotos, o sorprendiéndose cada vez que hacía un buen tiempo.
Ojalá volverla a ver.
>>
No.30409
>>30345Le sigue faltando el sexo salvaje interracial, pero al menos ya se desnudo contigo, buen avanze…
>>
No.30448
>>30409>>30356Estando con ella, de verdad dan pocas ganas. nunca tan desesperado como para cambiar mi sentido del olfato por una noche agradable.
>>
No.30452
>>30448Buen bait, casi caigo.
>>
No.30467
>>30452No bromeo, es decir, no creo que haya nadie tan desesperado. Con suerte puedo soportar un beso suyo, y debo tomar aire fresco.