>>2051No mucho más que varias experiencias con el juego de la copa (a varias edades, algunas siendo preadolescente y otras pasando los veinte), cosa que no he terminado de creer por alguna razón (pero tendría algunas razones para creerlo).
Más allá de que se mueva la copa (que puede ser que algún compañero de juego hábil lo haya falsificado), también sucedió varias veces que se corte la luz al empezar a jugar (y que vuelva al terminar) y que el "fantasma" en cuestión diga cosas demasiado privadas sobre los jugadores, e incluso sobre gente que estaba mirando pero no jugando.
Aunque por otro lado, tenían algo de incongruencia los datos personales que esos "fantasmas" nos daban sobre ellos mismos, no daban los años para que ese "alma" haya estado en tal guerra o que tenga hijos de tal edad, y cosas así, y a veces los nombres que nos daban no parecían más que una mezcla random de letras.