No.32034
Miren la imagen: arriba un tema pop, abajo una pieza de vanguardia.
El pop está aplastado, comprimido, homogéneo: todo suena igual, sin aire, sin riesgo. Música pensada para no incomodar, para ser de fondo.
La vanguardia, en cambio, respira. Tiene silencios, explosiones, picos, contrastes. Es impredecible, vivo, inquietante, con una estructura experimental.
Con la simple onda se ve que uno entretiene, el otro expande.