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Hay varias respuestas a esa pregunta:

1. Los live action son producciones de bajo presupuesto y baja calidad que tratan de imitar el anime. Esto provoca que salgan películas mediocres y sobre actuadas ya que es imposible plasmar bien la actuación, el guión y la estética 2D a un entorno 3D. Como a demás son de bajo presupuesto los actores suelen ser de baja categoría y los efectos especiales malísimos.
2. La sociedad moderna japonesa no premia el arte. La actuación ha existido en japón desde hace siglos con el teatro de marionetas o el teatro Kabuki. Sin embargo el japonés moderno no aspira a la grandeza artística. Solo compara las películas de Kurosawa con las de cualquier director nipón de la actualidad. La dirección, las actuaciones, el escenario… Antes había amor en las películas japonesas y ahora solo hay basura.
3. Todo se lo lleva el anime. En Japón la animación gana terreno por momentos. Esto es curioso pero el anime siempre ha sido de nicho incluso en tierras niponas. Es ahora cuando más películas animadas hay en la cartelera japonesa y eso es porque el anime se va haciendo popular dentro y fuera del país. Por eso los pocos buenos artistas que quedan no se dedican al cine de carne y hueso si no al 2D.

Los japoneses solo valen para sus shows de variedades. Las series y películas japos son bastante malas.