No.2278
Creo que ninguno de mis amigos ha tenido esa mentalidad. Por otro lado, la mayoría de las personas desean lo mejor para sí mismos, por lo que la idea no me resulta tan descabellada. Tal vez lo que me hace ruido de la afirmación es el tono competitivo que tiene (algo que también es bastante natural, pero no deja de tener su lado desagradable). Suponiendo que dicha mentalidad sea realmente común, me imagino que es fruto de que nuestra sociedad esté tan basada en el éxito y la competencia. Tristemente, estamos educados para temer la debilidad que supone ser un "perdedor" ante los demás.
Por mi parte, jamás he tenido exactamente ese pensamiento. Como mucho, me desagradaba cuando uno de mis amigos me llamaba para hablarme de cómo le iba en su trabajo. No es que lo envidiara o quisiera que le fuera peor que a mí; simplemente el tema despertaba algunos complejos y manías que llevo arrastrando desde hace años. En el fondo, estoy feliz que no sólo le vaya bien, sino que sienta pasión por lo que hace.