No.22514
Cuando tenía 17, tenía una amiga de 12. Quería que ella fuera mi novia, porque teníamos mucho en común y en verdad nos entendíamos (parece inverosímil que no fuera por la edad, pero lo juro, no es por ello; la edad era lo que menos me importaba en aquél momento.). Tal parecía, ambos nos gustábamos y ambos nos tirábamos indirectas. Sin embargo, ambos comprendimos lo difícil que sería estar en una relación amorosa, pero de todas formas, intentamos algo clandestino. Solo nos dábamos besos y toques sutiles de cuerpo, pero nada más. Luego cuando me gradué, y me tocó ir a la universidad, no tuve tiempo para poder ir a verla y esas cosas, mas ella era sumamente comprensiva. Nos es algo reprimido, ya que entendía las implicaciones que se desatarían, pero sí es algo que me hubiera gustado ejecutar.