No.22805
Conocí a una chica en unas prácticas universitarias que fueron en el medio de la montaña.
Al tercer o cuarto día entendí que a esta chica yo le gustaba y luego, en esos días hubo varios momentos así (o "comfy"), lo que más recuerdo es simplemente abrazarse mirando al cielo de noche, acostados en el piso mientras se consumían los últimos tronquitos de la fogata y mientras todos dormían. Sin hablar, simplemente apreciando la compañía, con una complicidad tácita (ya que eramos medio idiotas para comunicarnos).
Ví este hilo hace unas semanas y no respondí porque no me inspiró o no se me ocurría nada. Ahora lo vuelvo a leer y no sé como a veces me olvido que sí he tenido buenos momentos. La momentánea desazón miente mucho.