No.15100
La seducción no existe.
No importa cuantos libros, cursos e historias intenten venderte: la realidad es infinitamente más simple: o gustas o no. Es algo que se decide en muy poco tiempo y generalmente tiene poco o nada que ver con tus acciones.
Puede que siguiendo gilipolleces de internet te hayas planteado que es una cuestión de estrategia como en un juego, que si Pokémon de Agua contra Fuego, Cura++ contra tipo zombie o memeces menos "gamers" (negas contra gente engreída e insegura…) pero igual de absurdas. Tira todos tus walkthroughs de Reddit y foros de expertillos a la basura.
Si le gustas ya está el 99% hecho, así que salvo error garrafal por tu parte o la aparición de alguien que le guste MÁS, esa persona está abierta a tus avances. Otra cosa es que vayas a tener lo que quieres de manera inmediata, porque generalmente se intenta tantear hasta dónde se puede tirar o cuán grande es el interés del otro, pero la posibilidad está ahí, es tangible.
Te permite iniciar la persecución, en lugar de revolverse y lanzarte un mordisco verbal.
El problema es cuando confundes eso con simplemente "dejarse querer" y "tolerar tu presencia por necesidad".
Si no le gustas, da igual que soluciones el hambre en África y cures a su madre de cáncer en la misma semana, no tienes nada que hacer. Te lo agradecerá, llorando de emoción incluso si la hazaña es lo bastante grande, pero esa persona no se va a enamorar de ti ni le vas a gustar sexualmente. En un caso en que se sienta muy, muy, muy en deuda, tal vez acceda a tener sexo contigo o intentar una relación como recompensa, pero en el primer caso va a estar sufriendo de impotencia, rabia y asco, y en el segundo… no va a durar, porque está muerta antes de empezar.
No va a abrir su corazón con el tiempo: si acaso te aguantará, intentará conformarse, se fustigará cada día por el miedo a hacerte daño dejándote o quedarse sol@, pero no te va a querer como pareja.
Tienes que elegir entre una amistad o nada. Habrás perdido mucho tiempo.
Otra persona que sí le despierte esa química va a lograr el triple con un simple y soso "Hola ¿qué tal?". Llega, ve y vence, porque tiene algo que tú no tienes: su interés. No va a necesitar bajarle la luna, ni tampoco se lo va a pedir. Puede que en algún momento le salga el lado práctico e intente poner un mínimo a prueba su interés para tener seguridad de que es recíproco, o de que si apuesta por él o ella no vaya a perder un coste de oportunidad de conocer a alguien más conveniente (que también le guste) pero nada de saltar aros ni hacer malabares, porque en el fondo no quiere que se canse y desista. El listón es todo lo bajo que puede permitirse por dignidad, para que los elegidos lo pasen holgadamente.